Drones en acción humanitaria Geodesical S.L.
Las organizaciones internacionales apuestan cada vez más por la innovación para afrontar nuevas necesidades.
Los drones son especialmente útiles para cartografiar zonas muy pobladas como campos de refugiados o barrios de chabolas porque, a diferencia de los satélites, pueden tomar fotografías y vídeo aunque haya nubes; tienen una resolución de hasta ocho centímetros —en lugar de 30 metros— que permite distinguir viviendas individuales; son más baratos si se quieren utilizar de forma recurrente, y permiten elaborar mapas detallados en tres dimensiones. “En el futuro, las organizaciones que quieran cartografiar utilizarán los drones con la misma asiduidad con la que hoy utilizan el GPS”, estima Sylvie de Laborderie, experta en sistemas de información geográfica de la ONG francesa CartONG, coautora del estudio sobre drones en la acción humanitaria.
No obstante, tanto los autores de dicha investigación, como Acnur y ECHO coinciden en subrayar la importancia de hacer un uso adecuado y responsable de esta tecnología. En Níger, Acnur obtuvo permiso del Gobierno para sobrevolar con su dron zonas con operaciones militares. El aparato concebido por Aziz Kountche —que empezó fabricando aviones propulsados por gomas elásticas y ya ha colaborado con entidades como la Cooperación Alemana (GIZ) y la Cruz Roja Luxemburguesa— ha tomado fotos y vídeos del campo de refugiados Sayam Forage y del de desplazados internos Kabelawa, que suman 20.000 residentes.
En Burkina Faso, la Agencia ha utilizado un aparato similar para filmar el campo de Goudoubo —lugar de acogida de más de 9.600 refugiados de Mali— y evaluar cómo se puede garantizar su sostenibilidad ante la escasez de recursos naturales e infraestructuras en esta zona del árido Sahel.